Esta sección ofrece una visión general de los lámparas sin electrodos, así como de sus aplicaciones y principios. Consulte también la lista de 1 fabricantes de lámparas sin electrodos y su ranking empresarial.
Las lámparas sin electrodos, también conocidas como lámparas de descarga sin electrodos o Everlite, son dispositivos de iluminación que se caracterizan por la ausencia de electrodos en su diseño. Estas lámparas pueden tener una vida útil de hasta 100,000 horas, lo que las hace notablemente duraderas en comparación con las luces LED. Además, se considera que ofrecen una calidad de luz más agradable para la vista en comparación con la iluminación LED.
Ahorran energía y pueden reducir los costes de funcionamiento, como la sustitución de lámparas y la instalación, pero a menudo requieren obras y tienen unos costes iniciales elevados.
Gracias a su larga vida útil, las lámparas sin electrodos se han instalado en autopistas, gimnasios, túneles, puentes colgantes, fábricas y otras instalaciones.
Para utilizar lámparas sin electrodos, es necesario instalar balastos cerca de las lámparas y, en algunos casos, la instalación no es posible debido a los trabajos eléctricos necesarios. Aunque todavía no hay muchos ejemplos de instalación, en los últimos años han llamado la atención porque pueden contribuir a un mayor ahorro energético en los equipos de iluminación.
En términos sencillos, las lámparas de inducción combinan los principios de la inducción electromagnética y la descarga eléctrica para iluminar el entorno mediante una descarga de alta frecuencia generada por un inversor.
Una corriente de alta frecuencia pasa a través de la bobina de la lámpara sin electrodos, generando un campo magnético en el núcleo de ferrita. El campo magnético genera un campo eléctrico en la lámpara.
Los electrones emitidos por el campo eléctrico chocan con las diminutas partículas de mercurio del interior, emitiendo radiación ultravioleta, que es convertida en luz visible por el fósforo recubierto del interior de la lámpara, haciendo que ésta brille. Como no hay piezas que se desgasten como los filamentos de las lámparas convencionales, el brillo de la luz no cambia y puede utilizarse durante mucho tiempo.
Como las lámparas sin electrodos tienen una temperatura de calentamiento baja, de 80-90 °C, no interfieren en la eficacia del aire acondicionado durante los calurosos meses de verano. Además, su consumo de energía es bajo, en torno al 30% del de las lámparas de mercurio. Tienen una larga vida útil, de 60.000 a 100.000 horas, y son muy duraderas. Se necesitan balastos para su uso.
Las lámparas sin electrodos requieren una corriente de alta frecuencia, pero en los últimos años se han desarrollado tipos de corriente de baja frecuencia.
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