Esta sección ofrece una visión general de los sopladores de aire, así como de sus aplicaciones y principios. Consulte también la lista de 1 fabricantes de sopladores de aire y su ranking empresarial.
Los sopladores de aire son una técnica utilizada para pulir la superficie de productos industriales.
Se utiliza aire comprimido para pulverizar material abrasivo sobre la pieza para pulir la superficie. Existen tres tipos de sopladores de aire: de presión directa, de soplado y de aspiración.
Hay varios tipos de materiales abrasivos, por ejemplo, la alúmina, el carburo de silicio y el diamante se utilizan para pulir superficies metálicas. Otra característica es que a veces se utilizan materiales naturales como el azúcar o la cáscara de nuez para pulir la madera.
Los sopladores de aire no sólo dan un acabado limpio a la pieza, sino que también eliminan la suciedad y el óxido de la superficie. Por eso se utiliza en diversos campos, desde productos de gran tamaño como coches y aviones hasta componentes de precisión.
Los sopladores de aire son una tecnología que puede utilizarse para procesar una amplia gama de materiales y tiene una gran variedad de aplicaciones. En primer lugar, se utiliza para la preparación de superficies con el fin de desbastar la superficie de la pieza de trabajo. La preparación de superficies mejora la adherencia de pinturas y revestimientos y prolonga la vida útil de la pieza.
También se utiliza para el desbarbado y el corte de precisión para eliminar partes no deseadas. Los sopladores de aire pueden utilizarse para procesar incluso las zonas más pequeñas, lo que permite un mecanizado de alta precisión. También se utiliza para la limpieza y el lavado de superficies. Es especialmente adecuado para zonas en las que hay aceite o suciedad adheridos.
Además, también se utilizan para pulir la superficie, lo que se conoce como mecanizado Sirius. Consiste en enviar material abrasivo sobre la superficie de la pieza para eliminar las irregularidades microscópicas de la superficie. El resultado es un acabado brillante.
Los sopladores de aire pueden dividirse en tres métodos principales: presión directa, succión y soplado, cada uno con un principio diferente.
El método de presión directa consiste en introducir aire comprimido en un depósito presurizado, aumentar la presión y, a continuación, pulverizar el aire con el abrasivo, por lo que es el más rápido de los tres métodos.
El método de succión también se conoce como método de gravedad, ya que hace uso de la gravedad en el flujo de aire comprimido y material abrasivo desde la tolva. El abrasivo se almacena en el interior de la ametralladora, donde el aire comprimido aspira el abrasivo, que se pulveriza desde la boquilla.
Este es el método más utilizado de sopladores de aire, basado en el mismo principio que la pistola de aire, pero la fuerza del chorro es menos potente que el método de presión directa.
El tipo soplador sopla el material abrasivo mediante una corriente de aire procedente de un ventilador soplador. Al no necesitar compresor, se reduce el coste de adquisición del sistema. Sin embargo, no es adecuado para procesar materiales duros debido a su escasa fuerza.
Aunque el término granallado significa "una fuerte ráfaga", existen varios procesos de granallado, según el método de proyección y el tipo de abrasivo. Los más comunes son el chorreado por aire y el granallado.
La diferencia es que el chorreado por aire sopla el abrasivo con aire comprimido, mientras que el granallado utiliza una potente fuerza centrífuga generada por un impulsor que gira a gran velocidad con un motor para pulverizar. El granallado es más potente en términos de potencia de pulverización y es más adecuado para el rectificado de superficies rugosas, como para la preparación de superficies mediante pulverización térmica o para eliminar óxido persistente.
Por otro lado, el chorreado por aire puede producir un resultado más suave ajustando el tipo y el tamaño de las partículas del abrasivo, por lo que el chorreado por aire es el método de elección para operaciones de acabado en las que se requiere precisión.
El soplado por aire también se conoce como "arenado" porque utiliza la fuerza del aire para soplar un abrasivo granular sobre el material de contacto. El tipo de material tan fino como esa "arena" son principalmente materiales de bajo peso específico, como la resina o el vidrio (arena de sílice). Aunque se utilicen materiales abrasivos metálicos, se limitan a metales ligeros como la alúmina.
Esto se debe a que, debido a las características del soplado por aire, en el que se mezcla aire con aire y se pulveriza, los materiales más ligeros se mezclan mejor y pueden pulverizarse con mayor eficacia. Por otro lado, el granallado se utiliza para emplear como materiales abrasivos materiales de alto peso específico, como el acero inoxidable y el zinc.
El desbarbado es uno de los procesos en los que destaca el chorreado por aire. Como el tratamiento se limita a la punta de la boquilla, es posible tratar únicamente las rebabas que se producen en los detalles de los materiales de acoplamiento, incluso de formas complejas, lo que contribuye a mejorar la calidad y a ahorrar mano de obra.
Además de desbarbar engranajes metálicos, el sistema también puede utilizarse para un desbarbado delicado que mejore la maquinabilidad al tiempo que proporciona un radio adecuado, como el filo de una herramienta. Al reducir la cantidad de calor generado por el chorro de aire, el desbarbado puede realizarse sin causar daños a las resinas termoplásticas y termoestables.
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